Todo comienza en la despedida de año viejo rumbo al 2012, en otras palabras aproximadamente ocho días atrás. Reunido en familia bebiendo, comiendo, pasándola chévere, sale una persona y menciona; "Hay que jugar la Loto, hay $18 millones". Como siempre ando despistado no sabía nada y menos la cantidad acumulada. Ese comentario se me quedó grabado en la mente. Ya entrado en el año 2012, todo lugar que iba la gente decía hay que jugar la Loto. Atormentado por esas expresiones, pues me decido a jugar, llega ese día y no pego ningún número, ni si quiera con el pensamiento. En Puerto Rico ese día no hubo millonario o millonarios, pues ese dinero se acumuló para el viernes, pero como era el Día de los Reyes Magos, se movió el sorteo para el sábado, 7 de enero de 2012 a las 10:00pm. La suma de dinero alcanzó los $20 millones, si escribo alcanzó, ya que hubo dos ganadores con la dicha y la bendición divina de llevarse el premio. De aquí nace mi título: "Dos nuevos millonarios en Puerto Rico".
Pues para hacer el cuento largo corto, decido jugar con las esperanzas de ser el próximo agraciado. Cuando llego a la farmacia veo una fila mas larga que la de los cupones, claro si era que iban a jugar la Loto. Cada puertorriqueño, persona, contribuyente, etc., como le quieran llamar tenían en mente que iban hacer si ganaban ese dinero, la mayoría en cosas materiales y fantasiosas con expresiones bien egoístas y poco cooperativas. Dos o tres pensaban en ayudar al prójimo, sea un familiar o entidades sin fines de lucros, pero como escribí, eran muy pocos los que tenían ese pensamiento bíblico. "Ayudar al prójimo". Estando en la fila para comprar mis boletitos, (claro para eso fui a la farmacia) se me acercaron varias personas como si me conocieran y hago una cita de lo que me decían; "No juegues naaaa..., ese dinero es mio". "Que números más feos me dieron mira, voy a jugar de nuevo". Ahí comprobé que la gente sueña con cosas inalcanzables, pero nada. Llegó mi turno y claro también jugué, como todos también tenía unos cuantos sueños garantizados, pero no fantasiosos.
Llega el sábado, 7 de enero de 2012 el día del sorteo y las calle se veían vacías todo el mundo pegado al dichoso sorteo y si se convertirían en el próximo millonario. Comienza la tómbola y sale el primer número 7, (ya mis esperanzas se fueron al piso, pero nada), el próximo 16, 26, 32, 40 y 46, de nuevo no pegue ni uno no si quiera con el pensamiento. De ahí rápido sale una persona y lo cito; "Eso es que no estaba pa' uno". Contra y para quien cara... entonces, es vacilando. A lo contrario del sorteo anterior esta vez si hubo ganador y que ganador, aparente fueron dos uno del pueblo de Humacao y el otro de Caguas. El premio se divide en dos, matemáticamente diciendo $10 millones para cada uno, (claro que si), con todo lo que te quitan, pero nada algo es algo.
Moraleja de la historia: "El que juega por necesidad, pierde por obligación". Que Dios me los bendiga siempre.